AMOR PROPIO
Todos, absolutamente todos, tenemos algún tipo de inseguridad. Y el que diga que no, miente descaradamente. El ser humano es inseguro por naturaleza, tenemos miedo de lo desconocido y del rechazo, por ejemplo. Yo tengo estos y mil más. Vivo con miedo generalmente. Con miedo a querer demasiado y que me hagan daño, con miedo de no saber querer suficiente y hacerle daño a alguien. Vivo con miedo de ser prescindible, de caer en el olvido. Me dan miedo las preguntas trampa. Me da miedo quedarme sin repuestas. Me da miedo no ser lo suficientemente interesante para otra persona. No terminar de dar todo lo que me gustaría dar por miedo a abrumar. Me da miedo ser aburrida. Que nadie me llame. Que nadie me busque. No ser capaz de despertar un mínimo. No saber aportar nada. Me dan miedo las voces que aún me persiguen. Las voces que me dicen que no soy suficiente. Ni suficientemente lista ni suficientemente guapa. Que no soy lo suficientemente divertida ni suficientemente capaz. Que no cumplo con el estereotipo establecido y que nunca lo voy a cumplir. Y aún intentándolo con todas mis fuerzas, jamás puedo apartar las dichosas voces. Porque todo lo que veo, todo lo que vivo y todo lo que escucho me llevan al mismo punto. La sociedad me lleva al mismo puto punto. La gente quiere lo que quiere. A la gente le interesa lo que le interesa. La gente siempre te va a ir dando migajas. Nadie nunca te lo va a dar todo. Por simple gusto o por miedos. Pero es que ya he dicho que todos tenemos miedos. Y esos miedos a veces son tóxicos con nosotros mismos. Al final esos miedos no nos dejan ser capaces de dar todo lo que queremos dar. Es una mierda que yo tenga miedos respecto a ti y que tu tengas miedos respecto a mi. Es una puta mierda.
Aun así me fuerzo a ser valiente. Intento aceptarme como soy. Intento quererme. Porque nazco sola y muero sola; y si no lo hago yo nadie lo hará. Pero me quiero lo justo. Ni tan poco como para no creer en mi, ni tanto como para no creer en nadie más. Sé que no soy nada del otro mundo, pero aun así me gusta maquillarme y mimarme. Sé que aún soy muy aniñada, pero todavía no he aprendido a ser de otra manera. Sé que tengo que crecerme ante las adversidades, pero ellas siempre se me hacen un mundo. Sé que duermo poco y que vivo en las nubes, que soy torpe por naturaleza. Sé que soy demasiado negativa, demasiado transparente y demasiado dependiente. Sé que tengo demasiados complejos por resolver y que debería dejar de taparme en las fotos. Sé que cometo muchos errores, pero intento aprender de ellos. Sé que a veces soy demasiado seca, pero intento tomarme las cosas con filosofía. Sé que todavía voy buscando ruido para no escucharme a mi misma. Sé que tendría que pensar un poco más en mi. Sé que aparento cosas que no son; y me gustaría que la gente me conociera. Que no soy tan absurda como parezco. Que me gusta hablar de mis libros favoritos y me va a encantar que otra persona me hable de sus películas favoritas. Que siempre voy a intentar dar lo mejor de mi por la gente. Esa gente que quiero y que me ha demostrado cosas. Porque también sé que no soy capaz de dar por cualquiera.
Hay personas de todo tipo. Personas que me han llenado de complejos e inseguridades. De miedos. Pero también las hay que cuando te ven, te abrazan. Que te dan los buenos días, que se acuerdan de ti porque han visto un anuncio o han escuchado una canción. Que te miran con ojos brillantes y que te escuchan cuando tienes un problema. Esa gente, es mi gente buena.
La gente que me ha creado el pensamiento de que tiene que predominar el amor propio. De verdad, gracias.
4 mimos
Desde luego el amor propio es muy importante, aunque muchas veces no lo tengamos en cuenta, nunca debemos olvidar que a veces tenemos que ser un poco egoístas y ponernos en primer lugar antes que a nadie, no hay nada más importante que nuestra autoestima.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Extacto, primero nos tenemos que querer nosotros mismos, porque ahí radica todo y ahí se origina todo. Y luego todo viene y todo llega. Sin más.
Eliminar¡Otro abrazo para ti!
Pues nunca aprendas a ser de otra manera, porfa, porque te amo así. Tal cual.
ResponderEliminarPero qué bonita eres y qué poco te lo digo bebé. Te quiero.
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