London trip I
Y aquí estoy, volviendo a visitar estas tierras tan abandonadas que tengo. Se dice que soy un caso perdido y no lo niego.
En fin, que ha pasado un mes entero (y más) y han pasado mil cosas, pero hoy solo vengo a decir que Londres sigue siendo igual de caótico y encantador, tal y como lo conocí en 2015.
Estuve en la maravillosa Inglaterra tres días y medio (hace ya semana y media lol). Empezando por el maravilloso miércoles por la mañana, en el que sólo llevando una hora y media en el país ya me estaba liando con las colas y el inglés. Me salté mi parada de bus, casi lloro en la inmensa estación de Waterloo, cogí el bus que no era para llegar a casa de mi primo, etc... mil percales que al final del día me parecieron bastante divertidos. Cuando conseguí entrar al piso de mi primo me deshice de todo, me quite la puta coleta y me metí en la cama a recuperar un poquito el sueño. Me levanté ligeramente desorientada, volví a rehacerme la dichosa coleta y salí por la puerta dispuesta a no perderme más. Llegando al curro de mi primo comí por fin, él hizo el descanso conmigo y en seguida llegó su hermano, el resto del día ya lo pasé con él. Después de hacer mi sobremesa, cogimos y nos fuimos a caminar. Paseamos a orillas del río Támesis, desde London Bridge hasta el fabuloso Big Ben, hablando de la vida y él contándome historias que en su día le contó su prometida. Nos acabó lloviendo (qué raro) y luego me pasé a buscar a mi primo pequeño al curro para irnos juntos a su casa.
El jueves tempranito nos fuimos a Camden, a recorrer cada tienda y cada esquina y a hacer mil y una fotos. A medio día tuvo que marcharse a currar y ya me quedé sola y con un 80% de posibilidades de desorientarme. Acabé en Covent Garden y en la preciosa y minúscula plazita Neal's Yard (super pretty en serio), comí por ahí y quedé con una chica que iba conmigo a primaria y casualmente estaba ahí mismo, en Londres y en la zona. Nos tomamos un heladito y hablamos de la vida mientras recorríamos Carnaby. La dejé cerca de su curro y me marché (siempre a pie) a la zona de Piccadilly. Entré al M&M's a embriagarme con aquel aroma tan dulce y pasé por una tiendecita para comprarme mis famosos cereales Froot Loops. Acabé al lado de la parada de metro escuchando a un músico y su banda y luego se me apareció un chico random y estuvimos cerca de cuarenta minutos hablando en inglés, cosa que a día de hoy me sigue sorprendiendo. Después de aquel encuentro tan espontaneo fui al curro de mi primo, me pillé cenita y me marché a descansar los pies.
Siento si ha sido una entrada cortita, pero poco más hay que contar. En la próxima entrada procederé a contar los otros dos días en tierras londinenses. Iré subiendo fotitos de esos lares en mi cuenta de Instagram :)
1 mimos
BELLA. Me encantan tus entradas y tus fotos. Y tú.
ResponderEliminarEspero con ganas la segunda parte :D
¡Besis!